Una represión divertida...

Muchas formas del chiste y del humor tienen una función evidente de control social. En una persona el ridículo no sólo puede provocar un sentimiento de inferioridad, sino también disuadirla de realizar una acción moralmente reprobada. La ironía y el sarcasmo pueden tener efecto restrictivos sobre los demás. El ridículo que provoca la risa es una forma bastante común de hacer sentir vergüenza y culpa tanto en los pueblos primitivos como en los cibilizados. En consecuencia, aunque en sus diversas formas la risa es una expresión de superioridad y de agresividad individuales, también puede proporcionar un importante medio de control comunitario.

Youg, Kimball – Social Psychology, Appleton Century – Crofts – New York, 3ª ed., 1956